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Marzo-Abril 2003
sábado, 01 de marzo de 2003

La Semana Santa levantina

Encuentro en Bullas (Murcia)Durante siete días, la geografía española se inunda de tradición, religiosidad y misticismo, para celebrar la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Simultáneamente, la fiesta y el descanso.
Las calles españolas son recorridas por figuras procesionales que recuerdan los principales momentos de este relato evangélico y van acompañadas por el resplandor de las velas y los ecos de las voces del pueblo, que canta solemne. En cada lugar el sentimiento es diferente y la celebración, distinta, y en la Ruta de Paralelo 40 se enriquece con la presencia  de dos tradiciones, castellana y levantina. En este número ofrecemos al viajero un recorrido por la cultura levantina para descubrir sus formas de vivir la Semana Santa.
En las tierras del noroeste murciano destacan varios festejos para la celebración de la Semana Santa. Comenzamos en Albudeite, donde, el Domingo de Ramos, se celebra una peculiar fiesta que nada tiene que ver con la religiosidad del momento, pero es inicio de estos actos solemnes. El pueblo elige a dos alcaldes, uno para los solteros y otro para los casados. Durante todo el día, cada uno de los alcaldes podrá solicitar al pueblo las ocurrencias más insólitas y éste ha de cumplirlas. Al anochecer, se quemará un muñeco que representa a Judas, preludio de lo que va a acontecer después. Martes Santo se celebra en Mula con la "Noche de los tambores", donde miles de tamborileros se reúnen para tocar sin pausa hasta la mañana siguiente. Moratalla también es "inundada" por el sonido del tambor, pero será otro día cuando se escuche, en Jueves Santo y Viernes Santo. El domingo vuelve a resonar, es el momento de celebrar la Resurrección de Jesús. Tanto la tamborada de Mula como la de Moratalla son fiestas declaradas de Interés Turístico Regional.
Los desfiles procesionales son también propios de esta semana, donde destacan los de Alhama de Murcia, Calasparra y Lorca. Los dos primeros han sido declarados de Interés Turístico Regional. En Alhama, la solemnidad acompaña a sus desfiles donde cada uno de los pasos son custodiados por militares ubicados en la zona. Calasparra no sólo permite observar la imaginería propia del momento sino que también ofrece diferentes escenificaciones que reviven la Pasión de Cristo. La peculiaridad de la Semana Santa de esta zona viene de la mano de Lorca, donde sus desfiles no sólo muestran imágenes escultóricas sino también lo que se denomina “desfiles bíblico-pasionales” que se caracterizan por la escenificación de pasajes del Antiguo Testamento, recordando los teatros barrocos. El Viernes Santo es el momento cumbre de estas escenificaciones que le han otorgado el reconocimiento de fiesta de Interés Turístico Nacional. Entre sus imágenes procesionales destacan las del escultor Francisco Salzillo, representante máximo de la escultura barroca murciana.
La comarca alicantina de Aitana también disfruta de esta tradición donde las fiestas para conmemorar esta semana comienzan antes: el tercer miércoles de cuaresma en Cocentaina se celebra la "Festa dels Nanos" que consiste en la ubicación de figuras grotescas en las calles del pueblo que permiten criticar a la administración y a algunos vecinos, sacan así sus problemas a la calle para "purificarlos". El Viernes de Dolores también se celebra mucho en estas tierras, destacando la población de Famorca. Cuando llega la Semana Santa numerosos grupos procesionales recorren las calles alicantinas. Son especialmente interesantes las procesiones de Viernes Santo, en que un silencio sepulcral recorre las calles de cada una de estas localidades, el dolor por la muerte de Cristo está presente.
La tierra valenciana del Macizo del Caroig también es partícipe de este sentir. El fin de semana antes de Pascua, vísperas de Domingo de Ramos, los habitantes de Estubeny salen a la calle para disfrutar de la Cassoleta, se reúnen en el campo para comer unas típicas cazuelas de arroz y tienen lugar numerosos actos de danza, teatros, etc. Es un momento para disfrutar del fin de la Cuaresma y el próximo inicio de la Semana Santa. Jesús y su cortejo recorren las calles de estos pueblos, pero es en Tous donde cobran vida gracias a sus habitantes, que recuperan los atuendos de dicha época para recordar el momento de la Muerte y Resurrección de Cristo.

Un sentimiento recorre nuestra geografía, en tierras castellanas se rodea de austeridad y solemnidad, en el levante de luz y color, pero, realmente, ambas tendencias se mezclan, dando lugar a celebraciones peculiares, donde lo más importante es el sentir de un pueblo.


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En marzo de 2002, Paralelo 40 destacó las peculiaridades de la Semana Santa en Castilla-La Mancha. Para ir directamente al artículo, click aquí.