Es lo que toca

Ahora que el paisaje amarillea y el turismo busca refugios cálidos, lo que toca son chimeneas, cenas íntimas, paseos en familia… O si estáis ya pensando en vacaciones navideñas, ¿por qué no celebrarlas fuera de casa, sin cuñados ni primos postizos, y abrir los regalitos con las personas que, de verdad, queremos tener cerca?

En Moixent, Valencia, se puede combinar el deporte, la gastronomía y el descanso en una masía del siglo XIX; Mas de Monserrat, porque tiene pista de tenis, ofrece la posibilidad de catar vino en una visita organizada, hacer senderismo por sus espectaculares pinares y ver el lago artificial formado por el agua de los barrancos. Si vais en familia, sabed que a los niños de tres a doce años les cuesta la mitad  si comparten habitación con los padres; y que los menores de tres años se alojan gratis. Seguro que les encantará ver  el famoso Guerrer de Moixent  que fue encontrado en la Bastida de les Alcusses de Moixent, monumento histórico que está en perfectas condiciones para ser visitado.

En Moratalla, Murcia, haréis que sea inolvidable un viaje en familia en La Casica La Caraba, que tiene sitio para ocho personas (así podréis invitar a los abuelos) y ofrece la posibilidad de alquilar poneys para los niños o entretenerlos con la mini granja. Si sois menos, también hay cabañas desde las que visitar la principal reserva forestal y faunística de la comunidad murciana, destacando los bosques de sabina albar en la pedanía de El Sabinar.

En Albacete, las Casas Rurales Villa Amena, se ubican en una finca con frutales, rodeada de huertas y viviendas de recreo aisladas, muy cerca de Hellín. Para las familias numerosas, La Casa Rural Salmerón tiene doce plazas ampliables a dieciocho, permitiéndoos hacer excursiones a la formación geológica del Volcán de Cancarix; al Cañón de Almacenes, encajonamiento que sirve para dar salida a las aguas del Pantano de Camarillas; al Tolmo de Minateda (declarado Bien de Interés Cultural), y a sus pinturas rupestres, fechadas desde el 6000 al 1500 a.d.C.

En La Alberca de Záncara, provincia de Cuenca, La Casa Rural Torrelagranja recibe en su caserón neorromántico hasta a dieciséis personas, y además podéis llevar a las mascotas, que para eso son de la familia. Ni que decir tiene que las excursiones por la zona de El Záncara son casi infinitas.

En la provincia de Toledo, y ubicada en El Toboso, está la Casa de la Torre, una antigua casa de labranza restaurada desde la que se organizan múltiples actividades culturales la mar de interesantes, como presentaciones de libros, homenajes gastronómicos a personajes literarios, rutas del vino, etc. Así podéis darle un toque erudito a vuestro viaje y aprender cosas, que nunca sobra.

Y terminamos en Castuera (Badajoz), donde la Casa Rural Isla del Zújar, puede ser el cobijo para los que quieran conocer la comarca de la Serena, practicar deportes náuticos o hacer excursiones y  visitar las termas romanas de Cabeza de Buey, por un poner.
Con toda esta información ya podéis pensar en algo diferente para vuestros próximos días libres, organizar unas vacaciones distintas, buscar otras actividades para las fiestas o abrir los regalos en otro decorado.
Porque lo que toca es romper la rutina.