Amanece, que no es poco
Los muchos admiradores de esta hilarante película dirigida por José Luis Cuerda en 1988, quizá no sepan que se rodó en la provincia de Albacete, concretamente en la Sierra del Segura, y en las localidades de Ayna, Molinicos y Liétor. Surrealista y divertidísima película, "Amanece" es necesaria y contingente, que no es poco. O dicho de otro modo, es una obra maestra de la comedia delirante. Apenas hay guión, pero no importa; en este maravilloso pueblo que venera a Faulkner la lógica se ahoga entre carcajadas. (Pablo Kurt: FILMAFFINITY) Así que vamos a visitarlas y a ver porqué se filmó allí y no en
Connecticut, por ejemplo.
Molinicos: se encuentra en el corazón de la Sierra del Segura. Ofrece el encanto de la naturaleza casi virgen, paseos por el casco antiguo o excursiones a pueblos tan pintorescos como Los Alejos, Vegallera o Los Collados. Su arteria principal, la calle Mayor, contiene los dos edificios más significativos: la iglesia y el ayuntamiento: La iglesia tiene 200 años de antigüedad y su historia podría haber sido el guión de la película: en 1900 fue ampliada y como no había dinero para las imágenes se hacían obras de teatro para financiarlas. Había reclinatorios para la gente más rica del pueblo y sillas para los demás. El Ayuntamiento está actualmente rehabilitado y en su interior se encuentra el Museo Micológico, en el que podremos conocer la historia de las setas y sus propiedades, haciendo un recorrido por sus diferentes variedades. El 13 de diciembre y el 16 de enero se celebran las fiestas de las Luminarias de Santa Lucía y San Antón, fechas que podéis aprovechar para alojaros en la Casa Rural La Venta B. Está en la aldea de Fuente Higuera y es una antigua venta restaurada, con capacidad para doce personas (se alquila a partir de seis). Esta casa tiene la posibilidad de comunicarse interiormente con "La Venta A", pudiendo albergar entre las dos a veinte personas. Otra buena opción es el Albergue municipal de Molinicos desde el que podréis participar en actividades encantadoras como destilación de plantas aromáticas, elaboración de pan y dulces o fabricación de jabones y velas. Y si lo que os pone es el contacto directo con la naturaleza otoñal, id al Camping Río Mundo, situado a orillas del río Mundo, en la aldea de Mesones, que cuenta con unas estupendas instalaciones, además de seis bungalows con capacidad para veintiséis personas.
El otro municipio en el que se puede recordar el rodaje es Ayna, que se halla entre pinares junto al valle del río Mundo. Allí destacan en primer lugar las interesantes Pinturas Rupestres de la Cueva del Niño, fechadas entre 100 y 150 siglos antes de nuestra era, lo que las sitúa en pleno periodo paleolítico superior. La gruta se encuentra en una zona rodeada de un paisaje sorprendente, en donde abunda la cabra montés. Su espacio interior abovedado se divide en dos salas, entre las que se halla una cortina de grandes columnas de estalactitas. También se puede visitar el Museo situado en una casa tradicional en la Plaza Mayor, que recrea el modo de vida y utensilios tradicionales de la población; sin pasar por alto que el 12 de diciembre se celebran en Ayna las Fiestas del Bolo. Y diréis: ¿dónde me alojo? Pues en Casa Honda: antigua casa rehabilitada en el centro de la población desde la que se puede practicar rafting, excursiones en 4x4 al Parque Geológico, hacer observación astronómica, rutas a caballo, etc. Otra posibilidad es plantarse (a uno mismo, cual repollo) entre los bosques de pinos en el Camping La Fuentezuela: situado a 1.100 m de altitud, lo que permite contemplar una hermosa vista panorámica del valle del Río Mundo a su paso por las poblaciones de Ayna y Liétor.
Y el último municipio que nos queda por ver es Liétor. Ubicado sobre un balcón natural a cuyos pies discurre el río Mundo y numerosas huertas, es un sitio ideal para visitar, por ejemplo, la Fuente del Pilar (que con sus tres caños y sus azulejos con motivos del Quijote es uno de los lugares emblemáticos de Liétor); o el Templo de Santiago Apóstol del siglo XVIII, cuyo retablo mayor es del italiano Paolo Sistori y que conserva un buen órgano barroco, con caja de madera de estilo rococó, realizado por el maestro Joseph Lopis. Dentro del templo se ha instalado un museo parroquial donde se guardan distintas obras entre las que destacan un conjunto de ajuar islámico y un Cristo Crucificado de marfil del siglo XVII. Si hacéis coincidir vuestra visita con las Navidades, debéis asistir a las Misas en la ermita de Belén los días 26 y 27 de diciembre, celebraciones que se animan con villancicos. Pero si vais antes, el 13 de diciembre celebran la Luminaria de Santa Lucía, en la que los lugareños recogen la víspera haces de leña y romero para hacer hogueras (castillicos), que se encienden por barrios y donde los vecinos se reúnen hasta altas horas. Como la noche de San Juan pero en invierno. Para dormir, aunque ya haya amanecido, está la Finca Corral de Ramas: una antigua cortijada serrana cuya construcción data de las primeras décadas del siglo pasado. Por su tamaño y características el hotel es perfecto para la reunión de grupos, incluyendo a las mascotas, que están permitidas. También está la Posada Maruja: en el centro de Liétor, frente a la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol. Antigua posada, está totalmente reformada conservándose el estilo y la decoración rústica. Un viaje, éste, para cinéfilos, ecologistas y humoristas.
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