¿Qué turismo queremos para el futuro?
La respuesta acertada es responsabilidad. Responsabilidad para hacer un uso racional y equilibrado de los recursos que utilice. El término es Responsabilidad Social Empresarial.
Y este concepto, que si se aplicara con rigor revolucionaría el sector turístico, debe asumirse por empresas (tour operadores, restaurantes, empresas turísticas, empresas de alojamiento, etc.) y usuarios: por una parte plantea una nueva gestión empresarial cuyos objetivos sean económicos, por supuesto, pero también medioambientales; y por otra orienta a los usuarios (o sea, todos, en algún momento de nuestras ambulantes vidas) hacia un turismo más exigente en cuanto a que hay otras formas de pasar el tiempo libre. Que no todo van a ser ciudades de vacaciones.
La Organización Mundial del Turismo otorga una Certificación de Sostenibilidad de las empresas en función de tres conceptos:
1. Responsabilidad social
2. Desempeño ambiental
3. Calidad de los productos
¿Qué ventajas le reportan a las empresas alcanzar esta certificación? Muchas y variadas, como la eficacia en la comercialización y mejora de su imagen pública, ahorro de costes mediante la utilización de estrategias correctas de venta, actualización de los conocimientos y tecnologías, protección del medio del que se nutren, beneficio del consumidor al ofrecer calidad garantizada y por último, mejora en las relaciones laborales. No es poco. Y lo que importa más: es para el futuro.
Con el mismo fin de sostenibilidad surgió en la Cumbre de Río del 92 la Agenda 21, programa de actuación medioambiental que se aplica a través del Código de buenas prácticas ambientales, un manual de gestión para todos los organismos competentes en el tema. Entre ellos, las asociaciones creadas para el desarrollo rural, algunas aunadas en un proyecto curioso y de nombre poético: La Red Invisible, asociación que surgió para intercambiar experiencias y refrescar actuaciones algo anquilosadas. En su seno se ha discutido y mucho sobre turismo responsable y sobre la responsabilidad social de las empresas y las entidades públicas, aglutinando opiniones de miembros españoles y de América Latina.
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