Nuevos retos para el turismo rural
Entre los principales retos a los de debe enfrentarse el propietario de un establecimiento turístico encontramos la estacionalidad. Ésta ha sido uno de los problemas a los que el turismo se ha enfrentado desde sus orígenes. Han sido muchas las soluciones que se han intentado plantear como son la elaboración de paquetes turísticos donde se incluyen alojamiento y otros servicios que beneficien al usuario, la reducción del coste del mismo así como el aumentar el perfil de los destinatarios incluyendo sectores como la tercera edad o los jóvenes, que disponen de más posibilidades de viajar en cualquier época del año. También hemos de tener en cuenta que la estacionalidad no afecta por igual a todos los destinos, ya que cada uno de ellos ve disminuir la oferta de la demanda en diferentes épocas del año. El invierno y el otoño se convierten en las estaciones más propicias para el usuario del turismo rural mientras que es en la primavera y el verano cuando este destino ve disminuido el número de turistas en beneficio del conocido turismo de sol y playa.
La situación actual por la que atraviesa el turismo está afectando de forma favorable al problema de la estacionalidad aunque perjudica gravemente otros aspectos de este sector que nos hacen hablar de crisis. Entre los rasgos más relevantes del turismo de hoy día se aprecia un cambio en los hábitos de los turistas. La distribución de sus vacaciones a lo largo de todo el año, la búsqueda de destinos alternativos que sustituyan a algunos de los tradicionales, el concepto de turismo sostenible, etc., son algunas de las pautas que están marcando las últimas tendencias. Ante esta nueva forma de entender el turismo el empresario ha de responder reestructurando su oferta para satisfacer las nuevas necesidades que demanda el usuario. El turismo rural cuenta con muchas cualidades que le permiten adaptarse con mayor facilidad a estas nuevas corrientes, es ahora cuando el propietario de estos alojamientos ha de lanzar una oferta que sea capaz de atraer a la generación de turistas que actualmente está surgiendo.
Un turismo de calidad, respetuoso con el medio ambiente y su entorno, la incorporación de actividades tanto de ocio y tiempo libre como culturales, la personalización de los servicios, son algunas de las propuestas que pueden marcar las nuevas pautas del turismo rural, unas pautas que contribuyan a su desarrollo y que den el impulso definitivo a este sector tan sensible a los vaivenes de la economía.
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