Comarca de Dulcinea
Nadie pueder negar que la eterna dama del más universal de nuestros caballeros andantes se ha ganado por derecho propio un lugar en nuestra cultura y en nuestra historia. Tanto es así que la mujer que fue la inspiración para el enamorado y desdichado Don Quijote ha servido como nexo de unión, como elemento aglutinador, para toda una comarca manchega formada por dieciséis municipios que ha hecho de su convecina en la ficción el reclamo que llevará al turista de interior a descubrir un territorio que le transportará al más genuino universo cervantino. La comarca de Dulcinea se encuentra situada al sureste de la provincia de Toledo, en un entorno auténticamente manchego, una extensa llanura con una altura media de 680 m sobre el nivel del mar, un paisaje interminable salpicado de molinos de viento. La comarca es atravesada por los ríos Cigüela y su afluente el Riansares, formando lo que se ha dado en llamar "la Mancha húmeda". Será presumiblemente el Toboso, la patria de nuestra Aldonza Lorenzo, que así se llamaba realmente la dama, la primera población que el turista asociará mentalmente con esta comarca, y, desde luego, el visitante que se acerque a este pueblo no debe dejar de visitar la Casa-Museo de Dulcinea, en un antiguo palacio de hidalgos locales. Pero el encanto de la Comarca de Dulcinea no acaba en el Toboso, sino que se multiplica por tantos municipios como integran el territorio. Curiosidades etnográficas como los Pecados y Danzantes de Camuñas, atractivos rincones de pueblos manchegos, bellos parajes naturales y una envidiable gastronomía a base de productos de calidad y excelentes vinos, conforman una interesante oferta de ocio y cultura que nos permitirá adentrarnos en la Mancha más auténtica a tan sólo 100 kilómetros de Madrid capital. En definitiva, un lugar apasionante que no hay que dejar de visitar especialmente cuando está a punto de cumplirse el IV Centenario de la más universal de las obras de las Letras Españolas.
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