Paralelo 40



Boletines:
Noviembre-Diciembre 2006
Septiembre-Octubre 2006
Julio-Agosto 2006
Mayo-Junio 2006
Marzo-Abril 2006
Enero-Febrero 2006
Noviembre-Diciembre 2005
Septiembre-Octubre 2005
Julio-Agosto 2005
Mayo-Junio 2005
Marzo-Abril 2005
Enero-Febrero 2005
Noviembre-Diciembre 2004
Septiembre-Octubre 2004
Julio-Agosto 2004
Mayo-Junio 2004
Marzo-Abril 2004
Enero-Febrero 2004
Noviembre-Diciembre 2003
Septiembre-Octubre 2003
Julio-Agosto 2003
Mayo-Junio 2003
Marzo-Abril 2003
Enero-Febrero 2003
Noviembre-Diciembre 2002
Septiembre-Octubre 2002
Julio-Agosto 2002
Junio 2002
Mayo 2002
Abril 2002
Marzo 2002
Febrero 2002

Home Paralelo 40

Abril 2002
lunes, 01 de abril de 2002

Montesur, armonía natural

Descubrir Montesur es acercarnos a una tierra llena de historia, tradición, y naturaleza. Situada en el suroeste de Castilla-La Mancha, en la frontera con Extremadura y Andalucía, Montesur nos acerca a paisajes de gran variedad formados por su rica red fluvial, dando lugar a dehesas y ondulantes colinas, donde podemos apreciar la vegetación mediterránea. Estos parajes la convierten en un lugar propicio para la caza y la pesca, y para el buen observador y amante de la fotografía Montesur es un paraíso. Allí podremos admirar el vuelo de una cigüeña así como ver a las aves rapaces recorrer su cielo. Por ello, gran parte de esta comarca ha sido declarada Zona Especial de Protección de Aves.

La huella del hombre también la ha marcado, dejando numerosas manifestaciones: pinturas de arte rupestre, calzadas y puentes romanos, castillos medievales... Pero su originalidad va más allá: Montesur conserva entre sus edificios obras tan peculiares como el único núcleo amurallado de toda la provincia de Ciudad Real y la única plaza de toros hexagonal del mundo.

Y si la gastronomía le interesa, tiene donde elegir: alboronía, moraga, guarrillo frito, ajoblanco, caldereta, queso de oveja y vino de pitarra, asadillo, setas y hongos, ancas de rana... También deliciosos postres: orejas de fraile, gachas dulces, buñuelos y la rosca de fideos.

Montesur también conquista por sus gentes. Sus cálidas acogidas se convierten en un recuerdo inolvidable para el viajero que las disfrutó al pasar por estas tierras.