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Enero-Febrero 2004
lunes, 12 de enero de 2004

Sierra de Alcaraz y Campos de Montiel, una Mancha distinta

Cuando pensamos en Castilla-La Mancha inevitablemente acude a nuestra mente la imagen de una extensa llanura donde a lo lejos despunta un pequeño molino, uno de aquéllos a los que se enfrentó Don Quijote.  Pero el territorio que engloba Sierra de Alcaraz y Campos de Montiel nos aproxima a otra realidad de esta comunidad autónoma, donde la extensa meseta castellana contrasta con la sierra y  varios son los ríos que confluyen por la zona modelando su paisaje y dando lugar a parajes de gran belleza natural.

Pero no sólo la naturaleza es el principal atractivo de esta comarca sino que también su historia ha sabido otorgar carácter a estas tierras. En los 25 municipios que la componen se han encontrado huellas que se remontan hasta la Edad del Bronce, como son la joya ibérica de La Bicha de Balazote o el poblado íbero de la Morra de Quintanar. Los romanos dejaron su impronta en muchas localidades, destacando la de Balazote, donde se descubrió una villa romana con mosaicos de gran belleza. El gótico, el renacimiento y barroco son los principales estilos que dan forma a sus iglesias, ayuntamientos y plazas.
Alcaraz, el bastión castellano de la reconquista manchega, cuya Plaza Mayor es Conjunto Histórico Nacional, es una cita interesante para los amantes del arte. En esta ciudad nació el arquitecto Andrés de Vandelvira y en sus edificios se guardan obras de escultores como Francisco Salzillo, Vicente López y Roque López. 

Son muchos los personajes que han desfilado por estas tierras, desde el mítico Asdrúbal en Peñas de San Pedro hasta el apóstol Pablo en Lezuza, pero quizá sea Don Quijote y su creador quienes más fama le han dado. Y muchos los parajes de esta comarca que nos traen a la memoria las andanzas del ingenioso hidalgo, como Las Lagunas de Ruidera y la Cueva de Montesinos.
Las primeras, catalogadas como parque natural, aparecen descritas en la obra cervantina como uno de los lugares más famosos de toda la Mancha y de España. Sobre ellas han circulado innumerables leyendas que han intentado explicar este hecho natural de gran belleza, sobre todo porque han sido vinculadas con el fenómeno hidrográfico del Guadiana conocido como “Los Ojos del Guadiana”: a su paso por las lagunas, este río desaparece, para volver a resurgir unos kilómetros más abajo.

La Cueva de Montesinos es el marco de un episodio entero de la obra inmortal de Cervantes, donde el autor describe una a una las maravillas que Don Quijote vio en ella, un destino atractivo para el lector que sea viajero o el viajero-lector.

Inevitable ultimar destacando la gastronomía, marcada por la caza y la pesca, importantes actividades de la zona: el escabeche en salsa, los huevos fritos con miel, el ajo mulero, el ajo grande, rabo de cerdo con salsa, olla con habas... otra Mancha.