Caravaca Jubilar
La Villa de Caravaca, enclavada en el Noroeste de la Región de Murcia, a unos 75 km de su capital, es conocida en toda España y en muchos lugares de Latinoamérica por la famosa cruz de doble brazo a la que da su nombre.
Cuenta la tradición que, allá por el año 1232, el rey moro Ceyt Abu Ceyt, ávido de curiosidad o por simple entretenimiento, ordenó al cura Chirinos, cautivo en aquel castillo, que celebrase una misa, cosa que, ante la falta de un crucifijo, resultaba imposible para el sacerdote. Entonces ocurrió el milagro: dos ángeles hicieron acto de presencia portando la Cruz del Patriarca de Jerusalén. De este modo, se pudo celebrar la Eucaristía con la consiguiente conversión del Abu Ceyt y de sus súbditos, testigos del prodigio. Desde entonces, la Vera Cruz de Caravaca se ha convertido en un objeto de veneración, al que las creencias populares han atribuido ciertos poderes especiales, mágicos y religiosos.
No menos famosas son las fiestas que en honor a la Vera Cruz se celebran en la villa a comienzos de mayo. La fiesta de los Caballos del Vino, declarada de Interés Turístico Nacional, llena las calles caravaqueñas con el colorido y el estrépito de las cábilas y mesnadas de moros y cristianos y con el galope de los caballos enjaezados con vistosos bordados.
En 1998, la Santa Sede concedió a Caravaca la celebración de su Año Jubilar ad perpetuum, siendo la quinta ciudad de la Cristiandad que ostenta este privilegio. Desde ese momento, se puso en marcha un proyecto, bajo la denominación de Caravaca Jubilar, para rehabilitar y poner en valor todo el patrimonio cultural de Caravaca, mejorando ostensiblemente la oferta turística de la zona. Algunas de estas acciones han sido la restauración de edificios emblemáticos, como el imponente Castillo-Santuario de la Vera Cruz, el Templete donde cada año se baña la reliquia o la Casa de la Cruz, sede de su cofradía, así como la puesta en funcionamiento de varios museos locales (el Museo Arqueológico, el Museo de la Cruz, el Museo Festero en el Palacio del Marqués de San Mamés y el Museo de la Música de Barranda). Todo ha sido preparado concienzudamente para ofrecer al turista y al peregrino lo mejor de Caravaca y de su comarca durante la celebración del cercano Año Jubilar 2003, en el que se prevé una afluencia masiva de visitantes.
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